Para toda novia el pelo y el peinado es muy importante, por eso es algo que debemos definir lo antes posible junto con el vestido. Y como todo lo referente a la boda, se prepara con tiempo de antelación.
Uno de los recursos más frecuentes para los estilistas es darle un toque de color al pelo de la novia, tanto si ya va teñida como si no. Estos reflejos aportan luz al pelo y hacen destacar aun más el rostro y el peinado. Pero antes de nada debemos hacer un estudio del estado de la melena.
Antes de decidir cómo vamos a peinarnos y qué efectos queremos conseguir, tenemos que asegurarnos que el pelo esté en buen estado. Una de las costumbres de las novias es dejarse el pelo largo y eso supone para algunas no pasar por la peluquería a cortarse las puntas. Crasso error. Cómo cuidamos de nuestro pelo es muy importante, de nada sirve un recogido espectacular, si no se ve sano y bonito. Y las puntas son uno de los puntos débiles porque tienden a resecarse con más facilidad. Así que, sanearlas cortándolas de vez en cuando previene de un corte más drástico y además ayuda a regenerar la melena.
Otro de los cuidados básicos son las mascarillas hidratantes y el uso de champús adecuados para nuestro tipo de pelo, mejor si son profesionales. Las mascarillas se pueden aplicar una vez a la semana o bien podemos acudir al salón a realizarnos un tratamiento más profundo que trate nuestro pelo según sus necesidades para luego seguir con el mantenimiento en casa.
Las novias que llevan el pelo natural sin color pueden ser reticentes a llevar unas mechas, sin embargo, lo que se pretende no es un cambio radical de imagen, sino potenciar su esencia. La coloración ha avanzado muchísimo y ahora mismo es posible aplicarnos unas balayage y que parezca que los reflejos son nuestros. Por eso, siempre recurrimos a reflejos muy naturales y próximos al tono del pelo para iluminar y potenciar su belleza natural. Y esto debe hacerse como mínimo un mes antes para poder tener margen de corrección si fuera necesario. En el caso de hacerlo con mayor antelación, lo recomendable, quince días antes de la ceremonia se retoca para que esté perfecto el día de la boda. Preparar el color del pelo quince días antes es muy importante, porque es el tiempo necesario para que los reflejos queden integrados y perfectos.
Así que ya sabes, prepara tu pelo con tiempo para sacar el máximo provecho a tu imagen.

Sin Comentarios